Verdadero Gozo

TU PALABRA ES MI GOZO

Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.

(Jeremías 15:16)

Cuando buscamos la Palabra de Dios con sumo interés, y la recibimos con avidez, nuestro corazón se regocija y produce el fruto que Dios espera.

El fruto del gozo lo produce el Espíritu Santo cuando nos hacemos sensibles a su voz.

Cuando nuestros oídos están prestos para oír, también nuestro espíritu recibirá la revelación que lleva consigo gran regocijo.

“Comamos” la Palabra de Dios con apetito espiritual porque ella nos alimenta y produce el verdadero gozo.

Tú que me has hecho este llamado,

Tú, quien sobre mí has sido invocado,

Me das también el honor de conocerte,

Por tu Palabra que siempre permanece.

 Señor por favor, sea sensible mi corazón,

Para oírte atentamente y buscarte cada día.

Que sea tu Santa Palabra mi meditación,

Porque ella produce profunda alegría.

 Que siempre sea para mí como dulce miel,

Cuando a mi boca llegue para hablarla.

Que satisfaga mi apetito una y otra vez,

Hasta alimentar mi espíritu y mi alma.

 ¡Oh Señor, Tu Palabra quiero comer!

Quiero diligentemente de ella beber.

No quiero que sea indiferente mi vida,

Quiero humillarme y vivir ante ti rendida,

Disfrutando con gozo tu Palabra fiel.