Misericordia
PERDÓN Y OLVIDO ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. (Miqueas 7:18) La pregunta original tiene su respuesta obvia, porque NO EXISTE otro Dios que perdone la maldad y que se olvide de nuestros pecados. Digno es de toda la Gloria, Aquel que me ha perdonado. No solo uno, sino todos mis pecados, Porque Él se deleita en misericordia. Sí, ¡Solo tú! ¡No hay otro Dios tan grande en misericordia que se compadezca de mí! ¡Solo tú eres digno de alabanza y de adoración! Merecedora era yo de muerte fuera de tu gracia. Merecía el castigo por mis pecados, y el peor castigo era permanecer alejada de ti por siempre. Sin embargo, por causa de tu amor no retuviste tu enojo; estar separada de ti era causa de dolor para tu corazón, mientras mi alma gemía de angustia. No te agradaba mientras me consumía en mis pecados. Mas por tu misericordia me alcanz...