Justicia


¿TENGO LO QUE DESEO? 


Lo que el impío teme, eso le vendrá; pero a los justos les será dado lo que desean. (Proverbios 10:24)
El impío actúa impíamente (sin misericordia y sin compasión), y de acuerdo con sus obras así mismo recibirá su recompensa. Pero los justos hacen obras de justicia, por lo cual ellos recibirán el deseo de sus corazones: “Les será dado lo que desean”
Dios es justo y así mismo quiere que sean sus hijos. Y si el justo hace obras de justicia, esto es el resultado de tener un corazón temeroso de Dios y de deleitarse en su Palabra.
Quienes amamos al Señor a Él obedecemos. (Juan 14: 15, 21,23)
Justicia es:
Ø Caminar en la verdad de Dios, una verdad que es infalible y digna de ser recibida por todos.
Ø Aplicar la Palabra a nuestra propia vida antes que a los demás.
Ø Amar a Dios y obedecerlo fielmente, antes que a los hombres.  
Ø Hacer la voluntad de Dios y no la nuestra.
Si esto hacemos, si nos dejamos direccionar por la palabra de Dios, nuestro corazón no será gobernado por los malos deseos.
Y sabiendo que la Palabra es Cristo el Señor, quien anhela que vivamos en este siglo de manera sobria justa y piadosamente, para que cualifiquemos en recibir los anhelos de nuestro corazón, ¿A quién obedeceremos? ¿A quién oiremos?

Que mi corazón esté cimentado en la Palabra de verdad,
Para anhelar lo bueno y agradable ante los ojos del Creador.
Que no quiera yo andar según mi vista natural,
Atrayendo para mí misma tristeza y dolor.
 
¡Oh Dios que sean justo mis deseos!
Así mismo que se alinee mi corazón.
Que no codicie la vanidad de lo que veo,
Seas tú quien gobierne y no mi emoción.
 
Influye siempre en mí con tu palabra,
Para meditar de día y de noche en ella.
Que jamás me separe de ti por nada,
Y pueda recibir lo que mi alma anhela.
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 

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