Cómo Vencer El Temor

Cómo Vencer el Temor

Resultado de imagen para venciendo el temor

No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada.  (Isaías 54:4ª)

Antes de introducirnos en el consejo de hoy, quisiera hacerle una pregunta a usted, estimado(a) lector:
¿Tiene el temor algún beneficio?
Tal vez su respuesta sea obviamente No.

Pues bien, a su respuesta yo quiero agregar el porqué, y qué sucede en contraposición al temor.
¡Además, es necesario advertir que, el temor tiene consecuencias sumamente graves!

El temor no tiene beneficio alguno, porque…  el TEMOR nos conduce a la confusión;  pero la confianza en el Señor engendra Paz.
La confianza en Dios proporciona quietud al corazón y no nos deja alterar por el porvenir; pero el miedo (temor) produce ansiedad e incertidumbre respecto al futuro.

Veamos otras Antítesis declaradas en las Sagradas  Escrituras:

Lo que el impío teme, eso le vendrá; pero a los justos les será dado lo que desean. (Prov.10:24)
Huye el impío sin que nadie lo persiga; mas el justo está confiado como un león. (Prov.28:1)

El temor suele aparecer a todos en alguna época de la vida. Pero para contrarrestarlo Dios ha dado herramientas poderosas; armas espirituales que recibimos por el Espíritu Santo, cuando aceptamos a Jesucristo como Señor  y Salvador de nuestras almas.
Por favor lee atentamente el siguiente texto bíblico  y descubre que las armas para vencer el temor,  son dadas por Dios como defensa y vigía de nuestro ser interior.

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7)
Si te estás preguntando ¿Cómo hago para obtener estas armas?
La respuesta está implícita dentro del mismo texto.
Entonces, siendo Dios el que da las armas espirituales, a Él debemos acudir para obtenerlas.

Estimado lector, no dejes pasar esta oportunidad. Si te sientes atemorizado, si sientes que no puedes vencer. Lo has intentado y aún no has logrado superar el temor,  Hoy es el día en que tú puedes ser libre. ¡Ven al Señor!  Y juntos hagamos esta declaración:
¡Señor, por favor, ayúdame  a permanecer!
Que viva confiado en tu divina protección.
Que no me deje dominar del espíritu de temor,
Sino que crea que tú me puedes sostener.


Jamás seré confundid@ o avergonzada,

Si deposito toda mi confianza solo en ti.

¡Ven te suplico imparte tu paz anhelada!
Dame la fe suficiente para poderte seguir.

Necesito caminar este sendero con seguridad,
Y solo apoyándome en ti obtengo fortaleza.
Son tus palabras el agua que me refresca,
Que calma mi sed y todo tipo de ansiedad.
No permitas que mi vida pierda la entereza,
Sé mi Roca fuerte donde me venga a refugiar.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Lo Invisible de Dios

Desde lo Alto

¿ERES O NO ERES?

NO SERÁS AVERGONZADO

EL HORNO DE LA AFLICCIÓN

DE NOCHE Y DE DÍA

¿FE O JUSTICIA?

NO TEMAS...

¡DE TODO CORAZÓN!