Integridad
CORAZÓN ÍNTEGRO Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado. (Salmos 119:80) Indiscutiblemente no podemos vivir íntegramente desatendiendo el consejo de la Palabra de Dios. Querer vivir íntegramente usando nuestras propias leyes nos expone a ser avergonzados, pues la sabiduría del hombre es insensatez delante de Dios. Si Dios no nos aprueba, aunque los hombres lo hagan no deja de ser solo humana aprobación y esto no nos cualifica. La integridad radica en el corazón . No es de labios. Porque más temprano que tarde seremos descubiertos tal como somos realmente. Dios nos pide que seamos íntegros de corazón. Que seamos íntegros desde el lugar de donde mana la vida. Una persona íntegra no podrá ser jamás avergonzada, nadie le puede condenar pues Dios ya la ha aprobado. Sea hallado íntegro mi corazón, Cuando mi Señor venga a buscarme. Que pueda entrar en su reino de Amor, Con todos los santos que han sabido honrarle...