¡Dios no me escucha!
¡POR QUÉ! Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. (Mateo 6: 7) Continuando con el tema de la ORACIÓN , veamos algunos aspectos sobresalientes en el Capítulo 6 del libro de Mateo, comenzando con el Versículo 7: Ø DEBEMOS PRECISAR NUESTRA ORACIÓN Una vez definido el motivo de nuestra oración, declarémoslo concretamente… ¡Dios quiere escucharnos! Dios ama la comunicación con sus hijos, y que ellos a su vez se expresen con libertad y confianza. Aquella oración que hacemos en medio del dolor y del quebrantamiento, se convierte en una oración genuina; pues en ella expresamos la situación desde lo más profundo de nuestro ser, sin asumir el papel de intelectuales elocuentes. Es allí cuando revelamos lo que sentimos, tal y como es. De hecho, el corazón más endurecido, cuando es tocado por el poder de Dios, deja de lado los argumentos humanos para decir: ¡Me rindo a ti Oh Dios! “Me descubro tal como soy” “T...