Obediencia
¿QUIÉN ES TU GUÍA? ? Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé” (Isaías 42:16) Es gracias a mi ceguera espiritual que le permito a Dios guiarme. Cuando admito que no conozco mi camino le doy a Él la oportunidad para que lo haga hasta el final. Si estás transitando por un camino escabroso, muy difícil de andar, Dios quiere intervenir llevándote de su mano para que lo hagas con seguridad. Entonces, aunque el camino sea escabroso, la presencia del Señor te infundirá aliento para seguir. Dios quiere guiarnos y que seamos dóciles permitiéndole a Él actuar. Puedo asegurar que si así sucede llegaremos a la meta, y éste camino por donde nos lleva nos conducirá siempre al cumplimiento de su voluntad. Todo ciego necesita de un guía. Basada en esta realidad digo ahora: “Señor, ...