Obediencia


A CUENTAS CON DIOS

(Deuteronomio 30:1-10)

Los versículos del texto citado nos hablan de:
Arrepentimiento, Conversión y Obediencia.

Esto es con respecto a nosotros. Con respecto a Dios, se nos dice que después que hayamos hecho lo debido, entonces Él tendrá de nosotros misericordia; nos purificará del pecado, nos hará oír nuevamente su voz, nos hará abundar en la obra de nuestras manos, y se gozará sobre nosotros.

¡Qué grandes promesas aquí encontramos!

Cuando confesamos los pecados reconociendo la culpa, cuando nos volvemos del mal camino y nos ponemos en acuerdo con Dios, estamos tomando implícitamente la decisión de  obedecerle.
Arrepentimiento, Conversión y Obediencia nos permiten gozar de la libertad con la cual Cristo nos ha hecho libres para no estar otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Luego el Señor tendrá misericordia de nosotros, nos sacará de la cautividad y nos llevará a prosperidad. Limpiará nuestro corazón y el de nuestra descendencia para que le amemos, y hará prosperar la obra de nuestras manos para que nos vaya bien.

Todo esto sucede cuando:
__Nos arrepentimos (Reconocemos nuestro pecado )

__Nos convertimos (Cambiamos de actitud. Dejamos de hacer lo malo)
__Obedecemos (Nos ponemos de acuerdo con Dios y hacemos lo que Él dice) con todo nuestro corazón.



Haya en mí humildad para reconocer mis pecados,

Delante del Señor estoy, hoy me pongo a cuentas.

Porque las bendiciones que Él me ha preparado,

No permitiré que por mis culpas ellas se pierdan.

 

Reconozco que muchas veces yo he pecado,

Máxime cuando hago las cosas a mi manera.

Mas gracias doy a Dios que me ha perdonado,

Él me ha redimido de lo que antes yo era.

 
 

 Demos gracias a Dios que nos devuelve el honor,

De recibir las bendiciones que nos ha reservado.

Siendo obedientes no dejamos de recibir su favor,

Cuando nos arrepentimos y confesamos el pecado.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cómo Vencer El Temor

Lo Invisible de Dios

Desde lo Alto

¿ERES O NO ERES?

EL HORNO DE LA AFLICCIÓN

NO SERÁS AVERGONZADO

DE NOCHE Y DE DÍA

¿FE O JUSTICIA?

NO TEMAS...

¡DE TODO CORAZÓN!