Rectitud
UNA
CITA CON MI AMADO
Muchas veces por causa de
una convicción pobre acerca de quién es Dios, de cómo nos recibe, o de cuánto
nos ama; por éstas u otras razones no tomamos la actitud correcta al llegar
ante su presencia.
Pero… ¿Sabes qué dice Dios
al respecto?“Acerquémonos, pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16)
También (Hebreos 10:22) habla de acercarnos a
Dios con corazón sincero.
¡Y
no hay nada mejor que la sinceridad!
A ello yo le llamo “transparencia e integridad”
Al centrar nuestra
atención y examinar qué sucede cuando de corazón sincero le hablamos a Dios, es
cuando descubrimos que este tipo de oración le produce gozo, y que de hecho nuestro
corazón también se goza al establecerse una íntima comunión.
Dios a mí particularmente no
me está pidiendo que cuando me acerque a Él esté exenta de pecado. No, Yo escucho a Dios diciendo:
“Sé cómo vienes a mí. Conozco
toda tu vida: Tus preocupaciones, tus temores, tus dudas, tus errores e
imperfecciones. ¡Todo lo sé de ti!”
“Me gozo porque eres consciente
y estás de acuerdo conmigo al declararme lo que ya sé de antemano”.
“No me podrías decir algo
diferente para justificarte, pues en tal caso no llamarías mi atención. Eso
sería como ensordecer mis oídos a tu oración. Pero cuando me hablas con
sinceridad de corazón, sacas una sonrisa en mi rostro; entonces te hago
entender, te dejo sentir mi presencia."
¡”Cuánto me complace que
hoy hayas venido a encontrarte conmigo tal como tú eres, tal como te conozco”!
“Te estaba esperando hija
mía”. ¡”Yo soy tu Padre”!”
Escuchando muy de cerca el latir de tu corazón.
Mientras medito quietamente en lo que me ha pasado,
Cierro mis ojos ahora mismo y hago esta oración:
Pues no es una entrevista para buscar aprobación.
Es una cita preparada a la que acudo con emoción,
¡Me estabas esperando! ¡Oh mi Dios amado!
Tu hija, tu sierva está aquí sin doblez,
No permitas que me vaya sin haberte escuchado.
Susurra a mis oídos, hazme tus palabras entender.
No permitas que me vaya sin haberte escuchado.
Susurra a mis oídos, hazme tus palabras entender.
Porque necesito tu presencia igual que ayer,
Has que te busque cada día y permanezca a tu lado.”
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