Favor de Dios


LA GRACIA DE DIOS
Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearás de tu favor. (Salmos 5:12)
El favor de Dios es nuestra mejor protección. Aquellos que quieran hacernos daño se encontrarán con este legado sobrenatural alrededor de nosotros; este es un escudo invisible de protección divina llamado Favor… o… Gracia.

También esta gracia nos permite accesar y obtener respuestas favorables para el cumplimiento de los propósitos de Dios.

Quienes hemos sido justificados por medio de Jesucristo el Señor, recibimos las bendiciones de Dios el Padre; bendiciones que no añaden tristeza sino que enriquecen todo nuestro ser. (Proverbios 10:22)

El saber que recibimos la bendición de Dios y que su favor nos rodea como con un escudo, es suficientemente poderoso para que nuestro corazón esté alegre.

Daré voces de júbilo para siempre con esta verdad que habla muy fuerte dentro de mí diciendo:

¡EL SEÑOR ME BENDICE Y ME RODEA CON SU FAVOR!

Me regocijaré en ti Oh Señor,

Excelsas palabras has declarado.

Gracia divina desde tu corazón,

Que solamente un Dios de amor,

Puede dar a sus hijos amados.


Te bendeciré porque en ti he confiado,

Te alabaré y me gozaré con gran alegría.

¡Oh bendice a Dios alma mía!

Bendice al redentor resucitado.



Es su amor el que me ha inspirado,

Para escribirle cada día en poesía.

Porque amo tu Nombre decirte yo podría:

“Eres mi mejor canción, eres mi dulce melodía”

¡Muchas gracias porque me has vivificado!


¡Celebremos, hoy es un día de regocijo!

Porque es en Dios que estamos amparados.

Ahora absolutamente sé que estás a mi lado,

Como con un escudo me rodeas de tu favor.


Cuán grande es tu gracia rebosante de amor,

Para quienes de ti se han enamorado.

¡Qué Sublime gracia es el favor de Jehová!

Es su presencia íntima que nos asistirá.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cómo Vencer El Temor

Lo Invisible de Dios

Desde lo Alto

¿ERES O NO ERES?

EL HORNO DE LA AFLICCIÓN

NO SERÁS AVERGONZADO

DE NOCHE Y DE DÍA

¿FE O JUSTICIA?

NO TEMAS...

¡DE TODO CORAZÓN!