Conocimiento espiritual


SECRETOS DE DIOS


Las cosa secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29)

Los hombres tiene secretos que solo son conocidos por un Dios omnisciente que conoce todas las cosas. También Dios tiene secretos que solo a Él le pertenecen; pero que son reservados para ser conocidos por nosotros un día cuando estemos en su presencia para siempre.
El día que nos encontremos con Dios cara a cara, nos serán descubiertos aquellos secretos que ahora en esta vida terrenal no podemos entender.

Dios nos habla claro en esta palabra como también  lo hace por medio del apóstol Pablo en (1 Corintios 13: 9,12) diciendo:

"Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido."
Estos textos nos dejan en evidencia que en el ahora(presente terrenal), solo tenemos acceso a una parte del conocimiento de las riquezas insondables de Dios. Pero llegará un día cuando todo nos será revelado, pues la vida terrenal es limitada tal como son los conocimientos. También debe haber la esperanza de que en un futuro glorioso veremos lo que aún está reservado para aquel día.

La Biblia dice que seremos semejantes al Señor Jesucristo. Por tanto, en esa semejanza no habrá nada oculto. Ese día entenderemos y conoceremos lo que ahora con nuestra mente limitada pretendemos alcanzar.
En lugar de procurar las cosas secretas de Dios, debemos ser diligente en inquirir hasta recibir sus revelaciones, las cuales Él ha prometido diciendo: “Éstas son para mis hijos ¡Para siempre!”

Dando a entender que son de continuo, sin limitaciones en el tiempo.

Las revelaciones de la palabra son luz y entendimiento,

Nos  hacen dóciles para amar a Dios  y para obedecerlo.

No procuraré sondear lo que en secreto Dios ha dejado,

Pero tengo lo que en amor para los suyos ha preparado.

 

Que haya respeto por lo que tú has guardado en secreto,

Debe ser mi responsabilidad como tu hija adquirida.

En cambio las revelaciones las recibo por derecho,

Y vivo con contentamiento todos los días de mi vida.

 
Revélate más a mi corazón, quiero conocerte,

El conocimiento sin tu presencia  me enaltece.

Que no sea yo una erudita sin tu Espíritu que fluye,

Ayúdame a recibir lo que en revelación se constituye.

 

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