¡DE TODO CORAZÓN!
¡DE
TODO CORAZÓN!
Y me buscaréis y me hallaréis, porque me
buscaréis de todo vuestro corazón. (Jeremías 2913)
Esta palabra va dirigida
a aquellas personas que tienen movilidad
espiritual. Está dirigida a los que un día fueron alcanzados por la gracia
salvadora del Señor Jesucristo.Voy a explicar por qué está dirigida a ellos:
Antes del arrepentimiento todos estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Pero desde el día que aceptamos a Jesucristo como salvador, entró la vida terna, la vida de Dios en nosotros. De esta manera nos fue devuelta la movilidad espiritual. (Romanos 6:23)
Como es natural,
los muertos no oyen, no hablan, no ven, no entienden, no sienten. Tristemente
esa era nuestra condición sin Cristo. Mas ahora vivimos para Él y por Él.
Después de ser hallados
por Dios, después de haber sido perdonados, somos habilitados para buscarle.
¡No tenemos excusas!Después de haber recibido la vida eterna, el Señor espera que nosotros hagamos nuestra parte, y esa parte es buscarle de todo corazón.
¿Por qué debemos hacerlo?
Hay muchas razones: Por
gratitud, porque fuimos creados para estar a su lado, porque lo necesitamos, porque
es la mejor decisión, porque lo amamos. Porque Él es el Señor y dueño de
nuestras almas….
Yo quisiera buscar al
Señor en la manera en que pueda hallarle: ¡De
todo corazón! Sin establecer reglas
de búsqueda, sin ritos ni ceremonias religiosas. ¿Cuántas cosas podríamos hacer por compromiso o por deber; por obligación o porque se nos demanda, o porque no tenemos otra opción? Pero si allí no está comprometido nuestro corazón, definitivamente no podríamos encontrar a Dios.
Mira, Aunque hagamos ritos religiosos para buscarle,
Si
nuestro corazón no está comprometido realmente.
No
será ésta la manera más efectiva para a Dios hallarle,
Así
lo dicen las Sagradas Escrituras categóricamente.
Acerquémonos con confianza y certidumbre de fe,
Vengamos ahora mismo al trono de la gracia
divina.
Porque
Dios siempre está presente y Él todo lo ve,
Está
observando hacia dónde tu corazón se inclina.
Humilla tu corazón buscando a Dios sinceramente,
Pues
rindiendo todo nuestro ser le podemos hallar.
No
es por medio de ceremonias que haga la gente,
Es
rindiendo el corazón que lo vamos a encontrar.
Es con decisión y voluntad propia que así sucede,
Desde
el momento que te dispongas Dios te ayuda.
El
señor sabe que eres débil y que solo no puedes,
Por
eso dice hoy: ¡Hijo mío, ven a mí con premura!
De todos los que lo aman Dios se deja encontrar,
De
todos los que le buscan con corazón sincero.
No
hay límites ni barreras para poderle hallar,
La
única limitación es si declaramos “No quiero”
Pero si eres uno de los que dicen “yo amo al Señor”
“Su
presencia y su palabra son la razón de mi vivir.”
Entonces
busca su rostro ¡No te tardes por favor!
Él
ha estado por ti esperando para hacerte sonreír.
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