Protección
CERCA DE DIOS
A
Benjamín dijo: El amado de Jehová habitará confiado cerca de él; lo cubrirá
siempre, y entre sus hombros morará. (Deuteronomio 33:12)
Cerca de Dios hay seguridad. Como amados de
Dios siempre estamos protegidos; por ésta razón podemos vivir confiados, porque
siendo amados somos atendidos.
El amor del Señor es lo que nos atrae hacia Él, hasta
recostarnos en su pecho como lo hacía el apóstol Juan con su maestro. Esa cercanía
le adjudicó el nombre de “el amado”.
Quien permanece cerca del Señor así será
llamado y se alimentará de su amor.
¡Qué
dulce alimento es el amor de Dios, que satisface en plenitud nuestra alma!
Quien está tan cerca de Dios no puede dejar de
recibir su cobertura, pues, sus brazos proporcionan abrigo a quienes acuden a Él para refugiarse.
Acerquémonos a Dios confiadamente, y habitemos bajo sus
alas eternas desde ahora y para siempre.
Sus hombros nos sostendrán en alto para
no ser lastimados cuando seamos atacados por fuerzas enemigas; de ninguna manera
sufriremos daño, sino que tendremos su
protección, y sus brazos siempre estarán a nuestra disposición.
¡Oh
bendito Salvador mi refugio eterno!
¡Sublime gracia derramada desde el cielo!
Hoy
me regocijo en tus brazos tiernos,
Para
ser arrullada con la dulzura de tu amor.
Es un deleite tu presencia, tu abrigo es mi protección,
Tu
cercanía me da confianza y me inspira una canción.
Gracias por escuchar atentamente lo que te quiero decir,
Ven
por favor amando mío, tu susurro yo quiero oír,
Háblame
una vez más tu Palabra, hazme otra vez sonreír.
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