Paciencia

¡ESPERAR!

 

 Espera en el SEÑOR. Esfuérzate, y aliéntese tu corazón. ¡Sí, espera en el SEÑOR! (Salmos 27:14)

¿Has tenido dificultad con esta palabra? ¡Yo también! Ha sido un proceso aprender a esperar. Lo cierto es que casi toda nuestra vida estamos esperando algo.

Mira que en este momento algo estás esperando. La diferencia es de qué manera lo hacemos, y en qué fundamentamos nuestra espera:

Deseos personales?

Necesidades?

Promesas humanas?

Promesas de Dios?

Sabes? dependiendo del fundamento, así mismo será la actitud del corazón.

¿A quién le gusta esperar? Podríamos decir que ¡A nadie! Pero no se trata de...si me gusta o...no me gusta, es NECESARIO.

Por supuesto que a nuestro yo no le gusta; sin embargo Dios dice que debo ESPERAR

Cuando yo era niña, incluso siendo una adolescente, mis padres veían en mí esa falencia y me decían: ¡”Tienes que esperar”!  ¡”No es ya”!  ¡”No es ahora”! Eso me causaba irritación porque no comprendía las razones que ellos me daban. Primaba el deseo egoísta y la inmadurez.  De hecho todo niño actúa pensando solo en sí mismo. Es una característica naturalmente infantil.

Esperar en el Señor tiene una connotación de mandato y lleva implícito una promesa. Cuando esperamos con tal convicción estamos seguros que Dios se hará presente.

¿Cuándo debemos esperar en el Señor? La respuesta es ¡Siempre!

-Debemos esperar que él nos dirija en todos nuestros planes.

-Debemos esperar su guía y su confirmación para asegurar el éxito.

Mientras esperamos en Dios debemos esforzarnos y alentarnos. No lo esperaremos con una actitud decaída sino con el ánimo y la fortaleza suficientes para verlo llegar.

“Esperar” es sinónimo de “Paciencia”

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera,” (Hebreos 11:1)

Si confiamos en el Señor ¡Lo esperaremos! Si confiamos en sus promesas ¡Las esperaremos!

 Que en tu Palabra yo espere oh Señor,

Que no se canse mi ánimo ni mi confianza.

Que me mantenga firme sin desmayar,

Con firme determinación sin vacilar.

Haya dentro de mí un sensible corazón,

Mientras espero en ti conforta mi alma.