Fidelidad

PACTO DE AMOR

 

No es así mi casa para con Dios; sin embargo, él ha hecho conmigo pacto perpetuo, ordenado en todas las cosas, y será guardado, aunque todavía no haga él florecer toda mi salvación y mi deseo. (2.Samuel 23:5)

El pacto que Dios ha hecho con nosotros no se puede romper. Nadie lo puede deshacer. Los pactos que hacen los hombres son temporales; pero el pacto de Dios se mantiene vigente y para siempre.

En este pacto Dios nos garantiza que tendremos éxito, que se cumplirán los anhelos de nuestro corazón, los que son conforme a los suyos.

Dios se compromete a cumplir todo lo que él ha declarado en el pacto. Ningunas de sus Palabras son vanas. Todas ellas son dichas con fidelidad.

Esta es nuestra mayor garantía:

¡Dios ha determinado que tendremos éxito!

Nuestro éxito no depende de la voluntad humana la cual puede ser mudada en un instante. No, nuestro éxito está fundamentado en la palabra que Dios ha declarado.

Hace siglos de siglos Dios habló y su Palabra fue cumplida a cabalidad, hoy sigue siendo la misma palabra y conserva el mismo poder. !Dios sigue hablando!

 

Que sea yo receptora fiel para creer y obedecer a quien me ha hablado,

pues Dios me ha prometido éxito y su palabra no ha cambiado.

Tal vez yo no comprenda muchas cosas a lo largo del camino,

pero Dios me conducirá al señalado destino.

 

Los detalles son del cuidado del Señor,

tanto para organizar como para concluir.

Para vigilar que todo se tenga que cumplir,

estaré pues tranquila y veré mi salvación.

 

Cumple tu propósito en mí, Señor,

ayúdame a mantenerme a ti unida.

Déjame verte actuando en este pacto de amor,

completamente ordenado para toda mi vida.