Madurez espiritual
CEDROS Y PALMERAS
El justo florecerá como
la palmera; Crecerá como
cedro en el Líbano. (Sal. 92:12)
cedro en el Líbano. (Sal. 92:12)
A los que practican la justicia de Dios, como
consecuencia de haber sido justificados por medio de la fe en el Señor Jesucristo,
les aplica esta doble promesa:
FLORECEREMOS. ¡Estaremos
radiantes y hermosos! Tendremos una mejor apariencia. Seremos embellecidos con
el atractivo de la presencia de Dios.(Salmos 194:4)
CRECEREMOS. Significa entonces que no estaremos
estancados, sino que daremos frutos en abundancia. Creceremos vigorosos y
verdes.(Salmos 92:14)
Los hijos de Dios que Florecen y Crecen
son como La palmera; con la característica que cuando los vientos soplan con
violencia, ellos se aferran de la raíz que es Cristo el Señor. Y aunque se
doblen, no se parten ni tampoco se desarraigan, solo lo hacen para inclinarse
ante su Creador.
La palmera es fuerte y el Cedro es
madera fina de fuerte fragancia. Así son los justos en las manos de su hacedor.
Es el pedido que nos
hace Jesucristo el Señor.
Hablemos de su justicia
y cumplamos también,
Para que broten las
flores y podamos crecer.
Que aunque hayan
vientos huracanados,
Con torrenciales lluvias
y fuerte tempestad.
Nosotros permanezcamos arraigados,
Dando frutos para Dios con liberalidad.
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