Integridad
¿QUIERES
SER BENDECIDO?
Este pedido del Señor de Hacer lo recto y bueno nos bendice con cuatro promesas:
_ Nos irá bien
_ Entraremos a la tierra
que Él nos ha prometido
_ Poseeremos la buena
tierra
_ Dios arrojará a nuestros
enemigos.
HACER LO RECTO es sinónimo de integridad. Es hacer
lo correcto cuando nadie nos ve. Es hacer lo bueno ante los ojos de Dios y no ante los hombres. Esto da garantía para un bienestar
futuro.
Muchas veces queriendo mostrar nuestras buenas obras
para recibir aprobación, hemos obtenido a cambio un mal pago. Este es el
resultado de actuar a la inversa de los consejos de Dios. Pues Él nos promete que
nos irá bien si hacemos lo recto ante sus ojos.
La justicia de los hombres nunca puede pesar en
balanza exacta, pues dentro de su mismo corazón habita maldad y pecado. Por
lo tanto, si buscamos ser aprobados por ellos, de hecho ya tenemos la
recompensa.
Es pues la recompensa del Señor la que traerá completo
bienestar al alma.
Dios también nos promete que ENTRAREMOS
Nadie puede impedir el acceso a nuestras bendiciones.
POSEEREMOS la tierra que
Dios ha prometido desde siglos a nuestros antepasados, y Dios dice que la
tierra es ¡BUENA!
¡Qué
Grande promesa que alienta y da esperanza!
Tal vez tú has estado esperando por muchos años poseer
las promesas que te han sido declaradas de manera personal. Entonces, no es en
vano cada esfuerzo que haces de continuo para tomar posesión de tu herencia.
¡No te detengas! ¡Recobra ánimo y tome
aliento tu corazón! Porque Dios que lo prometió, ¡Él lo hará!
Hay en adición otra gran promesa:
Dios ARROJA
A NUESTROS ENEMIGOS
Ya hemos hablado en temas anteriores haciendo referencia
a algunos enemigos que tenemos. Que a propósito, no son humanos, porque nuestra
lucha no es contra sangre y carne. (Efesios
6:12)
Los enemigos que combaten contra nuestra alma son los
que nos impiden tomar posesión de nuestras bendiciones. Por consiguiente, Dios
se interesa sobremanera en que vivamos rectamente para poder tomar posesión de sus promesas.
“Serán arrojados
nuestros enemigos.” Esta
promesa será cumplida cuando hayamos obedecido. Cuando hagamos lo bueno y recto
ante los ojos de Dios.
Para alabar y bendecir el Nombre de Dios.
Porque Él nos ha guiado
por sus caminos,
Por eso vivamos con un
corazón agradecido.
Yo creo Señor lo que me has
prometido,
Encamíname por siempre en tu
verdad.
Para poder tomar posesión de
mi heredad,
Y sean echados de delante de mí mis
enemigos.
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