Confianza
¡NO
TEMAS!
No temas, porque yo
estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te
ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10)
El no tener a alguien que nos haga buena compañía
podría ser una de las causas del temor. Pero la compañía de un ser humano no garantiza la
seguridad absoluta. Pues éstos no son infalibles, por lo tanto, siempre vamos a
necesitar de alguien superior a los hombres para vivir totalmente confiados.
Es pues la presencia permanente de Dios a nuestro lado
la que nos brinda completa seguridad; porque Él es confiable, Él es digno de todo
el reconocimiento. ¡DIOS es Todopoderoso!
Por consiguiente, nada ni nadie podrá hacernos daño, mucho
menos destruirnos. Solo nosotros mismos por causa de nuestros propios temores podríamos
tambalear y perder el galardón de la vitoria. Pues Dios por su parte ya nos ha
dicho: “Yo estoy contigo”
Esta promesa es suficiente para andar con
seguridad en medio de este valle de sombra de muerte. Jesús con su vara y su
callado nos infunde aliento.
Si esto es lo que tú necesitas, ven ahora y dile al Senor: "Dios te necesito. Necesito nuevo aliento y nuevas fuerzas para mantenerme en pie"
Si esto es lo que tú necesitas, ven ahora y dile al Senor: "Dios te necesito. Necesito nuevo aliento y nuevas fuerzas para mantenerme en pie"
Aunque nuestros brazos y nuestras rodillas se hayan debilitado, DIOS
promete fortalecernos; es en la hora de la angustia cuando podemos experimentar
las fuerzas que de Él provienen.
Mi Dios “Siempre
me ayudará” sin
importar las circunstancias, por cuanto Él es el mismo Hoy y por todos los siglos.
Mi Dios “Siempre
me sustentará” Y no
será solamente con el sustento material, sino que proveerá también lo que mi
alma necesita para permanecer fortalecida.
Mi Dios me sustentará usando su diestra de justicia, extendiendo
su mano victoriosa. Esta declaración reafirma mi seguridad.
Y no te turbes pues
tienes esta promesa.
Él es Rey de reyes. Él
es poderoso vencedor,
Por tanto no temas sino
recibe nuevas fuerzas.
Por lo tanto no debo temer a ningún mal.
Él dice: “Estoy
contigo, no desmayes”
Me mantendré pues firme sin vacilar.
Y aunque hayan ataques
del enemigo,
La diestra del Señor
estará conmigo.
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