Seguridad


 EL SEÑOR PELEA POR MÍ

Y les dirá: oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos;

Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros. (Deuteronomio. 20:3-4)

Existe una razón suprema para estar tranquilos y en confianza, y es porque Dios mismo pelea a nuestro favor contra nuestros enemigos…Sí, Él mismo lo hace sin intermediarios, por lo tanto la victoria siempre está asegurada.
Por esta razón en Romanos 8 se nos llama “Más que vencedores”

Por causa de Cristo hoy somos hijos de Dios y nuestro Padre Celestial nos defiende de nuestros enemigos.

¿Cuáles son nuestros enemigos?
¿Qué enemigos tú tienes?

El Señor promete darnos la victoria. Pero antes Él tiene que pelear. Significa entonces que mis enemigos combaten con una fuerza superior a mis fuerzas, y que solo alguien mayor que ellos puede derrotarlos.

Cuando me hago consciente de Efesios 6:12 que dice:
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en la regiones celestes”

Debemos entonces decir siempre en nuestras batallas:

“Pelea tú Señor, pues en ti tengo la garantía de salir vencedor”
Ahora bien,

 “Dios va conmigo” Significa entonces que yo hago una parte.
¿Por qué Dios no va solo y yo espero pasivamente a que Él lo hago todo?

...Porque yo debo tomar la determinación de hacer frente a mis enemigos con Dios a mi lado. No debo temer o salir huyendo.

Cuando un niño es atacado busca a su padre y lo lleva hasta  aquel que lo está amedrentando y le muestra diciendo:
“papi, ese es el que me está atacando”
El niño tiene la suficiente confianza en su padre para saber que después de su intervención, él quedará libre.

Con sumo gozo digamos entonces:

El Senor me hace libre de todos mis enemigos,

Aquí te muestro los que me están atacando.

Pelea por mí Senor y sean ellos vencidos,

Y nunca más sea mi corazón amedrentado.

 
Señor, tú peleas las batallas a favor de todos ,

De todos los incapaces de hacerlo solos.

Y quienes sus batallas a ti te ha entregado,

nunca jamás podrá habrá sido derrotado.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cómo Vencer El Temor

Lo Invisible de Dios

Desde lo Alto

¿ERES O NO ERES?

EL HORNO DE LA AFLICCIÓN

NO SERÁS AVERGONZADO

DE NOCHE Y DE DÍA

¿FE O JUSTICIA?

NO TEMAS...

¡DE TODO CORAZÓN!