Obediencia

SOLAMENTE OBEDECE
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1. Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.

3. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.

4. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. (Juan 2:1-11)

Jesús, después de haber llamado a los tres primeros discípulos: Andrés, Simón Pedro y Felipe, fue invitado a unas bodas en Caná de Galilea. Y faltando el vino en la boda, lo sirvientes se acercaron a María la madre de Jesús para pedirle ayuda. María sabía que ella no podía hacer nada pero Jesús sí podía. Por tanto les dice: "haced todo lo que os dijere".
V.5 “Su madre dijo a los que servían: haced todo lo que os dijere

El milagro ocurre después que los sirvientes obedecen la orden de Jesús de llenar las tinajas con agua. (Juan 2:6-7)

¡Y las llenaron hasta arriba!
Después de este milagro, el principio de señales del Señor Jesús, dicen las Sagradas Escrituras en el Versículo 11:

-Y Jesús manifestó su gloria
-Y sus discípulos creyeron en él.

A cuáles discípulos se hace referencia? No fue a Andrés,  no fue a Simón Pedro, o a Felipe, pues ellos siguieron a Jesús, no porque lo vieron hacer milagros, sino como respuesta a su voz cuando dijo: Sígueme
Ya lo sabemos! los que creen sin haber visto son más bienaventurados (Juan 20: 29)
¡Qué gran poder tiene la palabra del Señor Jesús!
Algunas veces nuestra obediencia inicial no va acompañada de fe. Sencillamente obedecemos porque reconocemos la voz de quien tiene la autoridad, y nos sujetamos a dicha autoridad aun sin entender.
Cuando vemos aquí a los sirvientes llenando las tinajas con agua, pensamos que ellos posiblemente tampoco entendían por qué lo tenían que hacer. Sin embargo, al obedecer la orden de Jesús sin protestar, y sin pedir explicación lógica, como consecuencia... Ellos vieron el milagro!

Obedezcamos entonces, y después veremos los milagros.
¿Qué podemos decir a todo esto?

¿Que para que haya un milagro alguien tiene que creer?
¿Tú qué piensas?

 ¿Quieres tú entender para luego obedecer?
Déjame decirte que no es lo más apropiado.
Pues Dios no se detiene a darnos explicaciones,
Porque conoce muy bien nuestros corazones.
Solo basta su palabra y es suficiente para creer,
Es un asunto sin discusión y ¡Caso cerrado!

Ese es nuestro Dios quien habla con autoridad,
Él tiene todo poder para su palabra ejecutar.
Quiere hacernos bien usando nuestras vasijas,
¿No te parece mucha gracia que a ti te elija?

Como un día llamó a Pedro a Felipe y a Andrés,
Hoy nos llama a nosotros y debemos obedecer.
Tienes un gran privilegio que a ti te haya elegido,
Ven regocíjate ante Él, ven con un corazón rendido.

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