Consuelo


¿ESTÁS EN AFLICCIÓN?
Image result for Dios te salva de esta aflicción
 
Porque tú salvarás al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos. (Salmos 18:27)

Quien ha estado afligido, hoy puede compartir su experiencia como un hecho que ya pasó.
¿Por qué?

Porque no se quedó en ese estado para siempre. Hubo alguien que le tendió la mano y lo levantó
¿Quién no ha experimentado la aflicción?

Pues…. Podríamos decir que todos la hemos vivido por una u otra razón. Hemos sentido que se nos parte el alma. Y lo peor es que mientras pasamos por ese momento, el tiempo nos parece una eternidad. Cuando estamos afligidos hay quebrantamiento.  ¡Hay un profundo dolor que nos baja al piso!
Pero, ¿Sabes? ¡Esto es solo un momento!  La aflicción es una leve tribulación momentánea.

¿Puedes imaginarte lo que sienten aquellas personas que perdieron su alma?
¿Qué por rechazar el amor y el consuelo de Dios ahora mismo están sufriendo el más horrible tormento? ¡Y allí es por toda la eternidad!

Esto no es una fantasía ni ciencia ficción, es tan real como real es el dolor.
Pero… ¿Por qué permanecer en aflicción cuando Dios promete salvarnos?

¡Y cuando DIOS promete Él cumple! Yo lo he comprobado. Hay millones de personas que también podrían testificar juntamente conmigo porque han pasado por la aflicción y han sido liberadas.
¿Quieres tú también recibir liberación?

Acepta entonces la salvación que el Señor Jesucristo te ofrece. Solo debes humillar tu corazón y reconocer que lo necesitas.
Hay un contraste entre estas dos palabras del versículo: Salvación - Humillación.

1. La Salvación: La reciben quienes están en aflicción, pues, aquellos que están afligidos tienen un corazón quebrantado por el dolor, y es cuando el Señor está más cerca.
¿Comprendes por qué algunas veces es necesario pasar por aflicciones?

¡Correcto!  ¡Es para recibir salvación! Porque generalmente es en la única manera que reconocemos nuestra debilidad humana y la urgente necesidad de Dios.
Miremos esta promesa para los que están en aflicción:

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. (Isaías 57:15)

2. La humillación: El versículo que hemos citado al inicio, hace referencia a ese tipo de humillación que recibiríamos si somos altivos. Debemos recordar que al altivo Dios los mira de lejos. Con ellos no tiene comunión.
Porque el Señor es excelso, y atiende al humilde; pero
al altivo mira de lejos.
(Salmos 138:6)

Es además la altivez lo primero que Dios aborrece. Observémoslo en el siguiente texto:
16 Hay seis, y hasta siete cosas
que el Señor detesta con toda el alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
las manos que derraman sangre inocente,
18 la mente que maquina planes inicuos,
los pies que se apresuran a hacer el mal,
19 el testigo falso que propaga mentiras,
y el que siembra discordia entre hermanos.
(Proverbios 6:16-19)

¿Quieres venir a los brazos del Padre celestial?
¿El que te hace la invitación para sanarte?
Acude a Él. Es el único que te puede liberar,
Y ha estado esperando por ti para salvarte.
 
Esta es la mejor decisión que podrías hacer,
Entregar a Cristo tu corazón y toda tu vida.
Dios es el único que puede sanar toda herida,
Es la respuesta al problema que puedas tener.

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