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¿CONFÍAS EN TI MISMO?
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Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas. (Proverbios 3:5-6)
En la Traducción Lenguaje Actual dice:

“Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo.”

Al examinar el texto del encabezamiento, podríamos concluir que hay dos tipos de confianza: La confianza que se deposita en Dios, y aquella que se apoya en nosotros mismos; ya sea en virtud de nuestros conocimientos, o por la experiencia adquirida.

¡A propósito! ¿Has escuchado decir a alguien “yo lo sé muy bien porque conozco, porque tengo experiencia?”
Pues, a ese saber humano, Dios lo llama “propia prudencia”, y muchos hemos errado en nuestras decisiones al escuchar nuestro propio conocimiento.

Hoy en día hay una voz que resuena por todas partes diciendo: “confía en ti mismo y serás un vencedor". También se escuchan otros consejos similares relativos a la motivación personal.

Yo no digo que lo hagan con mala intención. Pero si la palabra de Dios dice lo contrario, ¿A quién prefieres escuchar?  ¿Quién es más confiable? ¿Quién es infalible? ¿Quién promete y siempre cumple?

Tú tienes la respuesta correcta ¡Claro, DIOS es el único que nos aclara el camino! Él es el único que puede ayudarnos en todo tiempo y no nos deja transitar por sendas torcidas o engañosas.

La próxima vez que quieras tomar una decisión, el consejo de Dios es: “Confía en mí de todo tu corazón”.
 
Así que el saber son nuestros conocimientos,
Que en nuestra mente permanecen arraigados.
Por los cuales a veces nos gusta ser honrados,
Pero nos hace vulnerables al enaltecimiento.
 
No sé amigo lector en qué te apoyas hoy en día,
Si en tus muchos talentos o en tus capacidades.
Es mejor hacerlo en Dios quien no te fallaría,
Pues siempre ha sido fiel por todas las edades.

 No es la fama, no es el dinero o algo más,
Lo que te hace ser un hombre victorioso.
Es nuestra confianza en el Dios glorioso,
Lo que nos ayuda a vivir con seguridad.

 La vanagloria del saber nos hace arrogantes,
Y nos impide ver la bendición que está adelante
Por tanto, no confiemos en nuestra prudencia,
Sino en Dios quien es dueño de toda la ciencia.

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