Descanso
¡YA
NO AGUANTO MÁS!
¿No
has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines
de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no
hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al
que no tiene ningunas. (Isaías
40:28-29)
Los
seres humanos podemos ayudar en alguna manera, pero siempre será a expensas de
nuestras limitaciones. Sin embargo, a pesar de nuestro propio
cansancio, ¿Cuántas veces no nos hemos sentado a escuchar los problemas a
los otros? ¡Eso es una gran labor! ¡Claro que sí! Pero solo después de escuchar
atentamente, de meditar en la palabra de Dios, y de orar
juntos, se dará cumplimiento a la ley de Cristo.
¿Y cuál es la ley de Cristo?
Veámoslo en los siguientes versículos:
"El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor." (Romanos 13:10)
"Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo." (Gálatas 6:2)
¿Y cuál es la ley de Cristo?
Veámoslo en los siguientes versículos:
"El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor." (Romanos 13:10)
"Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo." (Gálatas 6:2)
Notemos bien que cuando dice: “sobrellevad los unos las cargas de los otros” nos está indicando de manera imperativa que juntos debemos hacerlo. De tal manera que no queda otra alternativa, sino de tomar las cargas y obedecer el otro mandato citado en (Mateo 11:28-29)
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar."
"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;"
Dar palmaditas en los hombros. Alentar con palabras bien intencionadas. Decir “¡Lo siento!". Plantear propuestas usando la sabiduría humana. O lo peor! Hacer juicios acusatorios, e ignorar la condición del otro. Eso no alivia ni soluciona la situación. Reiteradamente decimos que la única y mejor alternativa es ir a JESÚS.
Por esta razón estamos hoy escuchando la voz del Dios eterno, quien con su gran poder creó los cielos y la tierra y está sentado sobre el círculo de ella.
Hoy estamos escuchando la voz de aquel que se ofreció a sí mismo en la cruz. Quien murió por ti y por mí; pero que resucitó al tercer día con gran poder y autoridad.
Si Jesús, el Creador de los cielos y la tierra, el que venció la muerte, el que fue resucitado al tercer día, el que está vivo y reina por los siglos de los siglos; el Eterno, el que no se fatiga ni se cansa... está en mi corazón, entonces,
¡Él es el único que puede llevar mis cargas y hacerlas como nada!
¿Quieres tú también experimentar descanso?
Ven a mí si estás cargado te dice Jesucristo.
Entrégale tus cargas. Él te está esperando,
Para darte la salvación que nunca has visto.
Él da fuerzas al cansado y a quien no tiene
ninguna,
Él no se fatiga con cansancio ni tampoco
desfallece.
Ven ahora, recurre a Jesucristo porque él te
asegura,
Que puede llevar tus cargas y también te fortalece.
Temible eres, Oh Dios, desde tus santuarios,
El Dios de Israel, que nos da
nuevas fuerzas.
Imprimes el vigor que no habíamos alcanzado,
¡Gracias por impedir que nuestra alma
perezca!
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