CREE SOLAMENTE !

DIOS TE DICE HOY…

Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma.(Hebreos 10:38)

Cuando me encuentro con la palabra, y veo las maravillas que Dios ha hecho en aquellas personas que han creído a sus promesas, me digo: “También quiero ser bendecida por Dios, juntamente con mi familia.”

Yo fui engañada con la vieja teoría de la tradición sin Cristo que dice: “El que da lo que tiene, a pedir se queda.” Cuando la palabra dice lo contrario: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. (Lucas 6:38)

También dice el mundo: “es mejor lo mal conocido que lo bueno por conocer”, dando a entender que no podemos dar pasos de fe, porque implica arriesgar lo conocido por lo desconocido. Esto sería como decir: “debes vivir en el conformismo de la mediocridad.” Pero Dios nos abre su buen tesoro, el cielo, para bendecirnos, cuando a él le creemos. ( Santiago 1:17)

Hay ocasiones en las cuales estamos ante la posibilidad de tener algo mejor, pero no nos atrevemos a creerle a Dios; sino que primero nos aseguramos de tener el control de la situación, perdiendo así la oportunidad de recibir por fe. (Santiago 1:17)

No nos despojamos de utensilios en mal estado,

Porque nuestros ojos espirituales están velados.

Nos aferramos diciendo a lo que está aún dañado:

¡”No puedo remplazarlo, mi dinero se ha acabado”!

Entonces oigo a Dios diciendo: “Quiero bendecirte…Déjame hacerlo. ¡Dame la oportunidad!  (Juan 11:4)

Hay épocas y circunstancias en las cuales experimentamos la vida de fe en mayor proporción. Por ejemplo: Cuando no estamos trabajando, cuando no hay amigos o familiares que nos tiendan la mano para ayudarnos, o cuando vivimos fuera de nuestro país natal. Sin embargo, Dios nos suple de manera ¡Sorprendente!  Estas son las condiciones favorables para Dios manifestar su gloria: ¡Cuando no tenemos otro recurso más que Él!

Este es un tiempo propicio para oír la voz del Espíritu Santo con mayor claridad. Su voz nos hace vivir tranquilos y nos da convicción que nuestras necesidades serán suplidas. ¡Y justo lo hace de donde no lo esperamos!

Señor, te ruego que nuestros ojos estén abiertos,
Por tu bondad, ayúdanos a comprender tu palabra.
Que ella se convierta en nuestro principal alimento,
Susténtanos para no vivir preocupados por nada.

 Que sea notorio nuestro testimonio por una vida de Fe,
Oyendo la instrucción a través de tu Espíritu de verdad,
Que no caminemos por vista como caminando al revés,
Sino por tu palabra viva que remueve la incredulidad.

 Seguramente hemos experimentado épocas maravillosas,
Donde fluía la leche y la miel en “nuestra tierra prometida”.
Pero caminar sin fe aunque sea en un jardín de rosas,
¡Es como vivir solos y aislados en un desierto sin vida!

 Hay una pregunta implícita si sabes qué es vivir por fe,
La respuesta tú la has descubierto mientras meditabas,
No nos cansemos de decirlo ¡Dilo una y otra…y otra vez!
Habla siempre la palabra de fe y no te detengas por nada.