COMO LAS ONDAS DEL MAR


COMO LAS ONDAS DEL MAR



Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. (Santiago 1:6-7)
Como las ondas del mar son nuestros pensamientos cuando no tenemos una base sólida de sostenimiento. La carencia de ese fundamento hace al hombre inestable e inconstante en todos sus caminos.
Es por eso que algunas veces nos preguntamos:

·       ¿Qué está mal en ésta o aquella persona?

·       ¿Por qué hoy dice blanco y mañana dice negro?

·       ¿Por qué la inconstancia y el doble ánimo?
Yo he meditado acerca de ello en muchas ocasiones, y justo ahora que son las 2:30 de la mañana me inquieto a orar rogando a Dios que haga estable los pensamientos de quienes están viviendo esta situación.

En el texto del encabezamiento hay un Pero  que indica la causa por la cual no se estabilizan los pensamientos.

El Señor dice: “Pero pida con fe, no dudando nada; “
He aquí la raíz del problema de los pensamientos ambiguos: No hay certeza de lo que se espera ni convicción de los que no se ve.

¡Oh Señor! Clamo tu ayuda para quienes están en un mar de dudas,
Para quienes ven pasar los años sin que nada inusual les ocurra.
Ven que el viento sopla muy fuerte a su lado,
El viento de la duda los quiere ver derrumbados,
 
Se desaniman, no ven cambios ni encuentran la salida,
Se confunden a tal punto que pierden todo vigor.
La situación ha sido un estancamiento para sus vidas.
Llegando incluso a pensar que les tocó vivir lo peor.
 
La persona de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos,
Esto descalifica para recibir respuesta a las oraciones.
¡Señor que la duda desaparezca de nuestros corazones!
Porque creyendo en ti a la vida se le encuentra sentido.
 
Sean derrumbadas las fortalezas y todo tipo de altivez,
Que se levantan contra el conocimiento de nuestro Dios.
Todo pensamiento sea llevado cautivo una y otra vez,
Y prontos para castigar toda desobediencia al Señor.
 
Que tu paz que sobrepasa todo entendimiento,
Guarde nuestros corazones y los pensamientos.
Que nos acerquemos a ti confiadamente,
Que roguemos sin cesar en todo tiempo,
Con acción de gracias y diligentemente.
 
Delante del trono de la Gracia es mi petición,
A Dios que es grande misericordioso y clemente.
Que da cosas buenas a los que le piden en oración,
A ti Señor te pido por la sanidad de la mente.
 

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