¡QUE ENTRE LA LUZ!

¡QUE ENTRE LA LUZ!

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.  (2 Corintios 4:6)

Porque Dios ordenó, que la luz resplandeciese en medio de las tinieblas, así mismo espera que nuestros corazones cargados de pecado se abran para que sean limpiados con la gloria de su conocimiento.

Las tinieblas (pecado) desaparecen en la medida que le permitimos entrada a la luz de Dios, y esa luz está representada por medio de su palabra, y la palabra es Cristo.

Entendiendo entonces que cuando adquirimos el conocimiento de la palabra de Dios, la gloria del Señor Jesucristo es revela en nuestros corazones, está cerca, muy cerca la hora de su GRAN manifestación;

Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar. (Habacuc 2:14)

 

Que ahora reine Cristo con su luz,

Para que las tinieblas no puedan entrar.

Pues ninguna comunión ellas pueden hallar,

En 2 de Corintios 2:14 lo puedes leer tú.

 

Resplandece Señor también en mí

Resplandece con tu luz admirable.

Para que entonces pueda yo sentir,

Tu presencia de manera inigualable.

 

Que penetre la luz de tu palabra,

E ilumine con destellos mi corazón.

Para que refleje la calidez de tu amor.

Hazlo Señor por favor te lo pido,

Así que no quede vestigio de nada,

De ningún pecado escondido.