¡OTRA VEZ!


¡OTRA VEZ!
Resultado de imagen para clamor y lágrimas
Porque ¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. (1 Corintios 2:11)
Una vez más llego delante de Dios abriendo mi corazón, anhelando su presencia.

Mi espíritu conoce lo que hay y sucede dentro de mí, así como el Espíritu conoce y escudriña lo profundo de Dios.
Entonces, ¿Cómo no venir ante él confiadamente, si él todo lo sabe? ¿Si él todo lo entiende?


Tú habitas en lo más profundo de mi ser,
Allí donde nadie ni nada podría llegar.
Habitas donde otros no pueden ver,
¿Y quién tendría la capacidad de mirar?

Porque ¿Quién sabe las cosas del ser humano?
¿Sino el espíritu que habita dentro de su ser?
Por lo tanto Señor ante ti mi alma derramo,
Mi oración y mis lágrimas caen en tus manos,
Hablando contigo imposible poderlas contener.

Necesito tu Espíritu Santo como consolador,
Que instruya mi mente y mis pensamientos.
Rindo en totalidad mi vida a ti ¡Oh Señor!
Para seguir tus consejos y no lo que siento.

Otra vez clamo, otra vez hago oración en silencio,
Doblo mis rodillas delante de Dios mi Padre eterno.
Su Espíritu Santo me da la convicción de ser hija,
Y como un Padre amoroso Él me dice “No te aflijas.”

“No te preocupes por nada” continúa diciendo,
“Todo lo que sucede lo uso para bien con propósito.
Tú lo sabes bien mi palabra no está mintiendo,
Lo que has vivido lo he registrado en un depósito.

Ni una sola palabra que ha salido de tu boca,
He desconocido o ignorado sin compasión.
Pues todo lo que has dicho en cada oración,
Lo he considerado y de ello he tomado nota.

Es mi amor que te sustenta es mi fuerza que te fortalece,
Otra vez y por siempre hoy te hablo como las otras veces.
Yo te aconsejo fortalécete en mí y en el poder de mi fuerza,
Ven y bebe todos los días del manantial que de mí fluye,
Yo de ti tomo cuidado y no permitiré que tu alma perezca,
Y aunque pases por el fuego tu vida todavía no concluye.

Tengo buenos planes te lo digo OTRA VEZ,
Para darte el fin que tanto has anhelado.
Yo soy un buen Padre, soy tu Padre amado,
Yo soy la fuente viva donde tienes que beber.

Sé que te sientas a escribir pensando en mí,
Por eso cada experiencia yo la he permitido.
También sé que para esto te ha tocado sufrir,
Por lo tanto tu dolor yo lo he compartido.

Ahora mismo estoy ayudándote con cada frase.
Pues cada poema que escribes en tu habitación,
Es algo nuevo que de la propia experiencia nace.
Yo he inspirado las reflexiones desde mi corazón,
Para convertirlas en medicina de primera clase.

No sabes el alcance que tienen tus clamores,
Ni hasta dónde llegan cuando derramas tu alma.
No es para que te exaltes ni pidas para ti honores,
Sino para que en la tempestad conozcas la calma.”
Así que mi gracia que es el mejor de los favores,
Es suficiente para mantener tu fe y tu esperanza.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cómo Vencer El Temor

Lo Invisible de Dios

Desde lo Alto

¿ERES O NO ERES?

EL HORNO DE LA AFLICCIÓN

NO SERÁS AVERGONZADO

DE NOCHE Y DE DÍA

¿FE O JUSTICIA?

NO TEMAS...

¡DE TODO CORAZÓN!