DIOS NO ME RESPONDE !
¿…CÓMO…?
Continuamos estudiando el tema de la oración y hoy nos
centraremos en CÓMO DEBEMOS ORAR:
“Vosotros pues oraréis así: Padre
nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.” (Mateo 6:9)
Debemos orar con la convicción de que tenemos un Padre
en los cielos (Trascendente) y aquí cerca, ¡Muy cerca de nosotros! (Inmanente) (Isaías 57:15)
El Señor Jesús nos dijo que su Reino NO es de este
mundo, por lo tanto, debemos orar para que su Reino, Reino de poder
sobrenatural, sea establecido aquí en la tierra; especialmente en nuestros
corazones.
Cuando se establece el Reino de Dios en nuestros corazones,
nuestra voluntad queda alineada con la de Él (Colosenses 1:9-10)
“El pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy.” (Mateo 6:11)
Jesús dijo: “Yo soy el pan de vida” (Juan 6:35)Entonces…
¿Cuál es el pan que debo pedir? ¿Por qué lo debo pedir para hoy?
“Y perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mateo 6:12)
Antes de presentar nuestra ofrenda a Dios, Él nos pide
que vayamos y nos reconciliemos con el hermano y nos pongamos a paz con nuestro
adversario. (Mateo 5:23-26)
Cuando pedimos al Señor que perdone nuestros pecados,
es porque ya hemos perdonado las ofensas recibidas. Entonces con absoluta
seguridad, Dios también recibirá nuestra ORACIÓN
como OFRENDA.
5. OREMOS PIDIENDO SER LIBRADOS DEL MAL
“Y no nos metas en tentación, mas
líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos
los siglos. Amén.” (Mateo 6:13)
Cuando oramos haciendo esta petición a Dios, estamos
nuevamente mostrando una actitud de sumisión. Pues, aunque Él nos ha
prometido guardarnos de todo mal, nosotros debemos estar de acuerdo con su
voluntad. Debemos estar de acuerdo con lo que ha dicho que hará.No es suficiente saber la palabra de Dios; debemos confesarla, y cuando la confesamos debemos creerla y ponerla en práctica.
Ø EL PERDÓN, UN ASUNTO DE SUMA IMPORTANCIA
“Porque si perdonáis a los hombres sus
ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.” (Mateo 6:14)
“Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” (Mateo 6:15)
Cuando el Señor hace énfasis en este tema, es por la incidencia que tiene en nuestra libertad espiritual.
Gracias a que Dios nos ha perdonado una deuda TAN GRANDE (El pecado), así mismo debemos perdonar toda deuda menor a quienes nos ofendan; y tendremos paz, y recibiremos respuesta a nuestras oraciones.
Que no se
conviertan mis oraciones en un hábito de rutina diaria,
Para
solamente pedir con base a lo que yo quiero.
Sino que sea
un acto para acercarme a Dios en una manera sabia,
Reconociendo
que sin Él no soy nada y nada puedo.
Demostramos
que nos rendimos completamente,
Perdonando
las ofensas a todas las personas.
Esta es una
clara muestra de orar sabiamente,
Y es la
mejor manera para que Dios nos oiga.
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