¡Dios no me escucha!
Y
orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su
palabrería serán oídos. (Mateo 6: 7)
Continuando con el tema de
la ORACIÓN, veamos algunos aspectos sobresalientes
en el Capítulo 6 del libro de Mateo, comenzando con el Versículo 7:
Ø DEBEMOS
PRECISAR NUESTRA ORACIÓN
Una vez definido el motivo
de nuestra oración, declarémoslo concretamente… ¡Dios quiere escucharnos!Dios ama la comunicación con sus hijos, y que ellos a su vez se expresen con libertad y confianza.
Aquella oración que
hacemos en medio del dolor y del quebrantamiento, se convierte en una oración
genuina; pues en ella expresamos la situación desde lo más profundo de nuestro
ser, sin asumir el papel de intelectuales elocuentes. Es allí cuando revelamos
lo que sentimos, tal y como es. De hecho, el corazón más endurecido, cuando es
tocado por el poder de Dios, deja de lado los argumentos humanos para decir:
¡Me rindo a ti Oh Dios!
“Me descubro tal como soy” “Tú me conoces y nada puedo esconder” (Job 42:2)“No os hagáis, pues, semejante a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.” (Mateo 6:8)
ØDEBEMOS
ORAR CON LA CERTEZA DE QUE DIOS CONOCE NUESTRA NECESIDAD
Una extensa oración para
tratar de convencer a Dios de mi necesidad y comprometerlo a darme la solución,
no es exactamente lo que Dios espera que yo haga. Obviamente Él sabe cuál es
mi necesidad.
Entonces, usted podría
decir: “Si Dios conoce mi necesidad, ¿Por qué tengo que decírsela? “La respuesta está al final del versículo: “antes que vosotros le pidáis.”
Es evidente que Dios sí
conoce nuestra necesidad. Él lo conoce todo, pues, es Omnisciente.
ü Dios
conoce los corazones. (Salmos 44:21)
(Hechos 15:8)
ü Dios
conoce los pensamientos. (Salmos 94:11)
ü Dios
conoce nuestras obras. (Salmos 66:18)
ü Dios nos
conoce desde antes de ser engendrados. (Jeremías
1:5)
Pero…Dios también ha
establecido principios en su Reino los cuales debemos cumplir para que sea
ejecutada su Palabra en nuestras vidas. Uno de esos principios es PEDIR (Mateo 7:7)
Si no obedecemos este
principio, estamos asumiendo una actitud altiva y orgullosa, de lo cual tenemos mucho que
aprender.
¿Será con
multitud de palabras para convencerlo de tus necesidades?
¿O será con un
corazón abierto consciente de tus debilidades?
Yo quiero
hacerlo realmente humillada y no como intelectual.
Sin vana
elocuencia, y sin palabras refinadas,
Porque delante
de Dios ¡Ellas son como nada!
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