¡Mi Amado!
ERES…
Que
brilla para recordar que hay esperanza.
Eres
radiante luz que en las mañanas,
Se
asoma plácidamente por mi ventana.
Para
despertar mis más puros sentimientos.
Eres
tiernamente apacible en un día soleado,
Eres
la dulzura que siempre había anhelado.
Llegaste justo en el tiempo que los labriegos hacen la colecta,
Cuando
ya no tenía más fuerzas y estaba agotada por el sol.
Pero fuiste persistente hasta arrancar esta espiga selecta,
Que
desde antes de crear el mundo habías reservado con amor.
Eres
tierno y dulce como lo es tu corazón.
Eres
quien ha tenido de mí clemencia,
¡Gracias
amado Padre por darme tu perdón!
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