Más madurez
¡!MÁS PRUEBAS!!
8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el
diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; (1 Pedro 5:8-11)
Aquí tenemos en el versos 8 la orden imperativa de estar sobrios (firmes) y velando por
causa del enemigo.En el verso 9 se nos dice que debemos resistir a ese enemigo Firmes en la FE. En el mismo verso se nos dice que tanto tú como yo y todos los cristianos del mundo tenemos padecimientos.
Y qué nos dice el verso 10?
“Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria
eterna en Jesucristo…”
¡Ah, Tenemos un llamado del Dios de toda gracia para
ser partícipes de su gloria!
¿Y cuándo será esto?
¡Espera un momento!
Leamos qué sigue diciendo el versículo 10.
“Después que hayáis padecido un poco de tiempo…”
“YO mismo”, dice el Señor, “haré algo en ti”
Durante el tiempo del padecimiento, durante el tiempo
de la prueba… ¿Sabes qué hace el Señor?
1. NOS PERFECCIONA. Cuando hablamos de perfección nos referimos a estar plenamente maduros, completos) (Santiago 1:2-4)
La expresión “Perfecto” la encontramos en varios contextos en las Sagradas Escrituras, pero siempre haciendo referencia a la purificación del corazón.2. NOS AFIRMA. Que se traduce como estar firme. Es asegurar algo/alguien en un lugar estable y fijo. (2 Tesalonicenses 3:3)
3. NOS FORTALECE. Nos hace fuertes. (Colosenses 1:11)
El Señor nos ayuda a levantar los muros de nuestra alma y a mantenerlos en su lugar. (Proverbios 25:28) (Efesios 3:13-19)
4. NOS ESTABLECE. Nos hace estar fijos. Inmutables.
Quedamos instituidos para siempre.
Si asumimos las pruebas como una bendición, seremos
perfeccionados, afirmados, fortalecidos y establecidos.
Por esta razón, el apóstol Pablo, hacía ferviente
oración por la iglesia de Tesalónica que estaba afligida.
Hagamos también nuestra propia oración siguiendo el
ejemplo del apóstol Pablo y de nuestro Señor Jesucristo, y permitamos que el Espíritu Santo nos ayude en nuestra humana
debilidad.
Recordemos
entonces que aquellas aflicciones,
Que nos toca aquí vivir
es por un poco tiempo.
Y aunque tengamos angustias
y tribulaciones,
Son solo test
que tardan un breve momento.
Somos fortalecidos y consolados
por el Señor.
Porque el Espíritu
Santo nuestro Consolador,
Nos ayuda cuando padecemos la tribulación.
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