PREMIO DE…
¡V E N C E D O R E S !
El
que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del
libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus
ángeles. (Apocalipsis 3:5)
Hay grandes privilegios
y recompensas que recibimos de Dios para la eternidad. Estas recompensas son
para aquellos que se mantienen firmes y constantes perseverando en la fe de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Jesús mismo será el encargado de confesar
el nombre de todos los redimidos fieles que no se rinden.
¡Confesará
mi nombre!
Cuando el Señor dice: “El
que venciere “… Se
subraya la idea de que para poder vencer primero se debe librar una batalla. Y
para poder salir vencedores tenemos que pelearla. ¡Claro está que la batalla debe
ser enfrentada con las armas espirituales
que Jesucristo nos ha entregado!
Leamos el siguiente verso como señal
de advertencia:
No dejemos las armas en medio del combate,
Para que no se conviertan
en botín del enemigo.
Hagamos defensa con las armas espirituales,
Y estaremos firmes como Cristo lo ha prometido.
El Señor dice en Apocalipsis
21:8 que los cobardes serán arrojados al lago de
fuego; mas a los que vencieren *(porque tuvieron valor, porque supieron atesorar
un espíritu de poder de amor y de dominio propio), a ellos se les otorgará los
galardones.
¿Los galardones serán
estregados a mitad del camino?
NO,
¡Será al final!
Los galardones no serán
entregados hasta terminar la carrera. Por esta razón el apóstol Pablo dijo:
"He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo
demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez
justo, en aquel día; y no solo a mí, sino a todos los que aman su venida." (2 Timoteo 4: 7-8)
Después de haber peleado
la buena batalla, y después de haber
terminado la carrera, nos será entregada la corona de justicia. Todavía no la podemos
recibir pues nos falta camino que recorrer. Pero con la certeza de que no
corremos en vano, corramos hasta llegar al lado del Padre Celestial a recibir
los galardones que solo reciben los ¡VENCEDORES!
Todo
aquel que haya vencido legítimamente,
Y
haya terminado la carrera diligentemente,
Podrá
con Jesús reinar por toda la eternidad,
Y
será vestido con ropas símbolo de santidad.
Ese día la pureza de su corazón será manifiesta,
Porque
tuvo valor permaneciendo firme para pelear.
No
con armas convencionales se enfrentó a la guerra,
Sino
con las armas espirituales que supo utilizar.
* Énfasis añadido.
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