Los deseos de una madre
Los Deseos De Una Madre..
El hijo sabio alegra a su padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre. (Proverbios10:1)
Debido a una circunstancia
familiar, juntamente con una hermana, fuimos a la palabra de Dios en busca del
sabio consejo que nos permitiría tomar la mejor decisión.
Justo al ponerme de rodillas para orar, el texto bíblico vino a mi
mente y se afirmó en mi corazón; por otra parte, mi hermana recibió claridad en
su visión espiritual.
Cuando leímos la cita Bíblica, recibimos más de lo que estábamos pidiendo; pues, ciertamente el Señor es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. (Efesios 3:20)
En mi oración le pregunté al
Señor:
- ¿Qué dices tú al respecto de esta
situación?
- ¿Qué debemos hacer nosotras como madres?
Dios me respondió de tal manera que no me permitió divagaciones en
mis pensamientos, o que esperara una voz audible.
¡No digo que Dios no hable en voz audible! Claro que Dios lo hace, pues, él habla de muchas maneras. Pero es su palabra la voz profética más segura, la cual nos ha sido revelada y la tenemos escrita.
Volvamos a la experiencia de la oración:
Yo me puse en el lugar de aquella madre que quería tomar la mejor
decisión para ayudar a su hijo. Fue así que, al recibir el texto Bíblico
de Proverbios 10:1 me detuve en la primera parte que dice: “El hijo sabio hace feliz al padre,” me
dije a mí misma: ¡”Los éxitos de los hijos generalmente se le atribuyen a los
padres!”…Leí luego la segunda parte del versículo: “Mas el hijo necio es tristeza
para su madre.”
¡”Oh cuánta responsabilidad la de una madre!” ¡Gestar…Dar a
luz…educar…! Por tal razón, creo que los esfuerzos de una madre son
incalculables cuando de ayudar a sus hijos se trata.
Hay decisiones sencillas en la vida que las podemos tomar de manera fácil. Por ejemplo, qué comer o qué vestir. Pero cómo educar a los hijos, o qué hacer en momentos difíciles, es algo en lo cual debemos tener sumo cuidado; pues, son decisiones trascendentales que dejan huellas para toda la vida.
Debemos entonces como madres ser muy asertivas para no mezclar
los sentimientos y las emociones con la instrucción que da el Señor en su
palabra, ya que las madres somos “más corazón que razón”.
Y debido a que, los sentimientos cambian y engañoso es el corazón más que todas las cosas, permitamos al Espíritu Santo que gobierne nuestra vida. De tal manera que seamos capacitadas para disciplinar a los hijos en tanto que hay esperanza, sin llegar a destruirlos. (Proverbios 19:18)
Y debido a que, los sentimientos cambian y engañoso es el corazón más que todas las cosas, permitamos al Espíritu Santo que gobierne nuestra vida. De tal manera que seamos capacitadas para disciplinar a los hijos en tanto que hay esperanza, sin llegar a destruirlos. (Proverbios 19:18)
Una madre para sus hijos siempre desea lo
mejor,
Porque tiene un corazón dador de vida y de
ternura.
Busca en Dios sabiduría para
cumplir una buena labor,
Para aplicar disciplina justa y amonestar
con dulzura.
Una madre trabaja para ver a sus hijos
crecer,
Para que no se olviden de la palabra del
Señor.
Y aunque la hagan muchas veces
entristecer,
Ella continúa persistente en ruegos y
clamor.
Porque quiere que sean sabios en la manera
de vivir,
Que traigan alegría al corazón con sus
buenas acciones.
Pues la sabiduría les evita inútilmente
tener que sufrir,
Y no cometerían igual que ellas los
mismos errores.
¿Qué procura una madre cuando a sus hijos disciplina?
¿No es guiarlos por el camino que Dios ha
trazado?
Pues ciertamente con amor y corrección los
encamina,
Y aunque ellos no lo entienden habrá buen
resultado.
Tú que eres madre y estás cumpliendo tan ardua labor,
¡No desmayes! ¡No te rindas! ¡Persevera en la oración!
Echa tu pan sobre las aguas que a su
tiempo lo recogerás,
Haces un excelente trabajo y tu recompensa la obtendrás.
Haces un excelente trabajo y tu recompensa la obtendrás.
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