¡NO SON PALABRAS!
Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he
guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. (Juan
15:10)
He entendido que el significado más aproximado de “Guardar los
mandamientos de Dios” es Obedecer su Palabra. Es decir, ponerla por obra. Esto
indica que no es de mucho valor declarar amor por el Señor, sin tomar acciones que
demuestren nuestra total obediencia. Y la obediencia traerá como resultado
nuestra permanencia en su amor.
Si por obedecer la palabra de Dios somos llenos de su amor,
permaneciendo en Él también somos capacitados para soportar, para creer, para
perdonar…
*Yo no puedo recibir ni dar del amor de Dios sin obedecer su Palabra.
* La obediencia a Dios me capacita para amar.
Si obedecemos a Dios y su Palabra está en nosotros, seremos testimonio
fiel de su amor. Entre más le obedecemos, más de su amor recibimos y más cerca
estaremos de su corazón.
Así lo confirman las siguientes palabras dichas por el
Señor Jesucristo:
“El que me ama, mi Palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a
él, y haremos morada con él…” (Juan 14:23)
Que mi nuevo
corazón esté presto a obedecerte, Señor,
Que sea consciente
de tu presencia y viva ante ti rendida.
Que no haya una
sola razón que me aparte de tu favor,
Ensancha tu amor en
mí. ¡Por favor llena toda mi vida!
¿Cómo podría ser
capaz de aislarme de tu lado?
¿Habiendo conocido
al dador del verdadero gozo?
¿Si lo más sublime
es el amor que me has dado?
Por favor quédate
conmigo y disfrutaré tu reposo.
No te afanes alma
mía pues Dios está presente,
Él no te ha
abandonado y nunca jamás te dejará.
Lo ha prometido en
su Palabra ciento de veces,
Esta es la mejor
garantía para tu tranquilidad.
Es por eso que
anhelo fervientemente tu Palabra,
Para saciarme amado
mío del bien de tu corazón.
Sin ti no hay
contentamiento, sin ti no existe nada,
Fuera de ti es como
vivir sin alma y fuera de razón.
Gracias Jesús por
morir en mi lugar en esa cruz,
Dándonos el máximo
ejemplo de leal obediencia.
El amor fue tu
motor y es nuestra mayor virtud,
Honro tu majestad y
exalto tu dulce presencia.
El Apóstol Pablo escribió que el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. No se trata tanto de lo que podamos decir, sino mas bien de nuestro hechos. Gracias por su reflexión hermana. Que Dios le bendiga.
ResponderBorrarMuchas gracias por su comentario. Dios le bendiga grandemente.
BorrarMuchas gracias por su comentario. Dios le bendiga.
Borrar¡Bendiciones!
ResponderBorrarEstamos aquí para servirles.
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