ESPERANDO EN DIOS


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En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación (Salmos 62:1)

Cuando en nuestras propias fuerzas esperamos en Dios nos mostramos intranquilos. Cuando esperamos en Dios calculando el tiempo suele llegar la confusión y la ansiedad. Pero cuando esperamos en quietud, ciertamente Dios se deja conocer y será motivo para exaltarlo, tal como leemos a continuación:

Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. (Salmos 46:10)

Citemos también las palabras dichas por el Señor Jesús a sus discípulos, las cuales hacen que nuestro corazón tome aliento mientras esperamos en él.

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27)

Esperar en Dios se traduce entonces como un estado de confianza y paz para el alma.

Alguien que confía en la provisión del Señor espera en silencio, espera pacientemente sin alterarse; y aunque él/ella sea asaltado por las dudas o la frustración, no será presa de la angustia, pues, la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento cuidará su corazón y sus pensamientos.

Mientras nuestra alma espera en silencio, nuestra carne quiere gritar para llevarnos al desespero. Pero a pesar de todo decidamos escuchar la voz del Señor que nos dice:

“Ciertamente ninguno de los que esperan en mi será avergonzado… (Salmos 25:3)

Los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán. (Isaías 40:31)



Estaré quieta y en confianza para ser fortalecida,

Así como Habacuc con pie firme sobre la fortaleza.

¡No me dejes infundir temor por nada en la vida!

Que cuando ruja la tempestad yo me sienta protegida,

Sabiendo que es para bien todo lo que me acontezca.

 

Así que seguiré esperando, aunque no vea nada,

Al Dios de mi salvación seguiré orando y clamando.

Porque tú eres mi refugio no seré amedrentada,

¡Alma mía espera y recibe lo que estás anhelando!

 

Esperé sabiendo que habría un nuevo amanecer,

La noche estaba avanzada y la luz no veía brillar.

Pensé que pasado el tiempo iba yo a desfallecer,

Mas he recibido fuerzas para mi victoria tomar.

 


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