Sanidad para el Alma

NO SERÁS AVERGONZADO https://sanidadespiritual.com/ Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado. (Salmos 119:80) Indiscutiblemente, nadie podría vivir íntegramente ignorando el consejo de la Palabra de Dios. El querer vivir basados en nuestras propias leyes, y haciendo uso de nuestra propia prudencia, nos expone a ser avergonzados; pues, la sabiduría del hombre es insensatez delante de Dios. Cuando Dios NO nos aprueba, aunque los hombres lo hagan no deja de ser solo humana aprobación , por lo tanto esa aprobación NO nos cualifica en el reino de Dios. La integridad radica en el corazón, no en la boca. Pero de la abundancia del Corazón, de eso hablamos. De ahí que, más temprano que tarde seremos descubiertos tal como somos realmente. Por tal razón Dios nos pide que seamos íntegros de corazón, ya que éste determina el rumbo de nuestra vida . (Proverbios 4:23) Concluimos diciendo que, Una persona íntegra no podrá ser jamás avergonz

¡AHORA ES EL TIEMPO! https://sanidadespiritual.com/ Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido.   (Isaías 33:10)       Aquí encontramos la declaración de ese Dios decidido que no vacila ni posterga sus determinaciones. Cuando Dios dice: “ Ahora me levantaré”, nos indica que estaba esperando el momento oportuno, pues, Él no actúa fuera de tiempo. Él es exacto y preciso. Dios tiene un tiempo para esperar y tiene un tiempo para actuar. Tiene un tiempo para levantarse y para  manifestarse con gran poder. ¿Significa entonces que Dios no está trabajando mientras esperamos?   ¡Claro que No!  Significa es que, tanto en la espera como en el proceder Dios revela su carácter perfectamente ordenado. ¡Qué honor poder conocer el AHORA de Dios! ¡Qué privilegio ser partícipes de la manifestación de su poder! Estemos a la expectativa  del AHORA de Dios. Porque… Ahora es el tiempo de ver su poder y su gloria. Ahora también es e

DIOS PELEA POR TI https://sanidadespiritual.com/ Y les dirá: oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros. (Deuteronomio 20:3-4) ¿Qué mayor razón tendríamos nosotros para vivir tranquilos y confiados, sino el hecho de saber que Dios pelea a nuestro favor contra nuestros enemigos?  ¡Claro que sí! Dios  mismo lo hace, sin intermediarios y sin que yo intervenga.  Esto es lo que garantiza nuestra victoria.  De ahí que seamos llamados   “Más que vencedores”   Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:37) Por causa de Cristo hoy somos hijos de Dios, y Dios nuestro Padre Celestial, nos defiende de nuestros enemigos. ¡A propósito! ¿Cuáles son tus enemigos?   Alguien que haya l